28 februari 2006
¡Hola! Somos Monica, Eleonor y Bertil, tres profesores de Kalmar. Kalmar es una ciudad pequeña que está en la costa en el este de Suecia. Hemos asistido a un curso de cultura y lengua española en el ambiente auténtico. El viaje fue organizado por Ann-Charlotte Mörnsjö-Centofanti, profesora de español en Kalmar. En España, el curso fue organizado por Guillermo Fernandez, el fundador de Holandalucía.
El primer día: sábado
Ya el primer día sentimos el ambiente auténtico español, cuando desayunamos en un bar (por ejemplo, tomando café con leche, bocadillo de jamón, sal y aceite). Después del desayuno fuimos con Guillermo hasta El Puerto de Santa María. Fuimos en barco a Cádiz. Almorzamos al lado de la Catedral mientras un chico estaba tocando la guitarra. Tomamos camarones, calamares fritos y atún. A las nueve y media llegamos a Zahara, un pueblo blanco. Encima del pueblo había un castillo cuya fachada estaba iluminada. Fue muy impresionante. Vivimos en una casa privada, que alquilamos durante tres días. La propietaria es una señora andaluza y además habla muy rápido. Nos fue un poco dificil comprenderla. Uno no se esperaba que iba a hacer frío, pero hacía mucho frío en la casa y no había agua caliente.
El segundo día: domingo
Nuestro profesor nos dio una tarea interesante. En el pueblo hay un muro con proverbios en azulejos. Buscamos y por fin los encontramos. Los discutimos en las clases de español. Tuvimos clases de español todos los días, en total 15 horas. Hoy hemos caminado mucho. Caminamos por la montaña hasta una fortaleza. ¡La vista era maravillosa y la naturaleza también! Allí, sobre el techo de la fortaleza, empezamos las clases de español. Discutimos proverbios y todo estaba bien. Hizo sol y calor todo el día.
El tercer día: lunes
Fuimos al bosque de Grazalema y caminamos por un parque nacional. Caminamos toda la tarde (quince kilómetros o algo asi). Llegamos a Benamahoma e íbamos a visitar el museo del agua, pero estaba cerrado. ¡Qué lástima! Ya que queríamos preparar una comida típicamente gaditana, compramos unos membrillos en una tienda pequeña en Benamahoma. Después fuimos hasta un supermercado donde la proprietaria nos dió una receta de una cazuela. En la cazuela había carne, aceite de oliva, piñones, vino blanco, jamón picante, ajoy cebolla. ¡Qué rico!
El cuarto día: martes
El último día en Zahara de la Sierra. Almorzamos en un restaurante que se llama “el restaurante”. Un vaso de Rioja realzó el agradable ambiente. Después fuimos en el coche de Guillermo hasta Sevilla, una ciudad maravillosa. Por la noche dimos un paseo por los barrios antiguos de la ciudad. ¡Muy pintoresco! Cenamos en un restaurante cerca de la plaza de toros. Luego fuimos al bar “Anselma”, donde escuchamos a un grupo de flamenco. ¡Una noche inovidable!
El quinto día: miércoles
Por la mañana fuimos de compras al centro de la ciudad. No había programa antes de las cuatro. Tuvimos clases en casa de una amiga de Guillermo, Consuelo, una señora muy simpática. Fue interesante tener la oportunidad de ver como viven los españoles. Esta vez la clase se trataba de la lengua de los jóvenes. Era un tema que habíamos querido aprender. ¡Muy interesante!
Después fuimos a un café de internet, donde probamos un programa en el ordenador.Un programa totalmente nuevo, creado por Guillermo. El programa es un paseo virtual por la ciudad de Sevilla. 
Después de estudiar el programa hicimos el mismo paseo en la realidad. ¡Y entonces nosotros mismos éramos los guías! Un poco difícil pero muy interesante.
El último día: jueves
Desayunamos en un bar como siempre. Fuimos juntos al Corte Inglés para comprar libros y discos. Antes de dejar Sevilla tomamos una taza de café en casa de Consuelo. Guillermo nos acompañó hasta un taxi que nos llevó hasta la estación de trenes para volver hasta Jerez de la Frontera.
Cenamos una última vez, en un restaurante al aire libre, cerca de una plaza.
Estábamos muy contentos con el viaje, pero al mismo tiempo nos daba un poco de tristeza dejar Andalucía... 
Eleonor, Monica, Bertil
